La Transformación de Yuliana: Movimiento con Intención
- Sara Santiago
- 23 jul
- 3 Min. de lectura
Érase una vez...una joven de San Luis de la Paz, Guanajuato, que descubrió desde muy temprano la importancia del movimiento y el ejercicio para la salud. En la preparatoria, Yuliana sentía curiosidad por el ejercicio. Primero se animó a probar el fútbol soccer, inspirada por su tío. A pesar del cansancio extremo y la falta de condición física, no se rindió. Lo intentó con el básquetbol. Y luego, al migrar a Estados Unidos y adaptarse a una nueva vida, siguió buscando maneras de mantenerse activa. Siempre ha sido así: una mujer determinada, dispuesta a intentar una y otra vez, aunque la vida cambie, aunque haya obstáculos.
Cada día...Yuliana demostraba que era una mujer que sabía adaptarse. Ser madre, establecerse en un nuevo país, aprender un nuevo idioma y cuidar a su familia la llevaron a priorizar a los suyos por encima de su propio bienestar. Sin embargo, incluso en los momentos más retadores, cuando el ejercicio dejó de ser parte de su rutina, en su interior seguía latiendo el deseo de cuidarse y de reencontrarse con esa versión fuerte y motivada de sí misma.
Con determinación...utilizó los recursos de El Camino Rojo de SuperVive, como oportunidades para retomar el camino del autocuidado. Lo que más le llamó la atención fue que no se trataba solo de hacer ejercicio, sino de diseñar hábitos de manera realista y personalizada. Yuliana aprendió a reconocer qué le gustaba hacer de actividad física, qué funcionaba para ella y cómo anclar esos hábitos a su vida diaria.
En su camino...no sólo redescubrió el placer de moverse, sino que diseñó una rutina basada en sus circunstancias. Probó hacerlo al mediodía, luego por la tarde, pero no funcionaba. Así que decidió levantarse a las 4:40 a.m. para hacer ejercicio a las 5, cuando su casa todavía dormía y podía dedicarse ese momento a ella misma. Esa elección no fue fácil, pero nació de su compromiso y de su profundo deseo de estar bien —física, mental y emocionalmente— para ella y para su familia.
Hasta que finalmente...la constancia y la disciplina hicieron florecer una nueva etapa. Yuliana no sólo incorporó el ejercicio en su vida diaria, sino que también inspiró a su hija, quien decidió correr su primer 5K. Fue un momento de orgullo para ambas. El ejemplo silencioso, y al mismo tiempo poderoso de Yuliana empezó a multiplicarse en su entorno: en casa, en SuperVive Comunidad, y entre las mujeres que la leen y escuchan.
Desde entonces, todo se movió alrededor de Yuliana. El movimiento se volvió su oxígeno. Lo que antes parecía imposible —como correr una carrera sin perder aire— hoy es su motor. Comenzó a practicar la meditación después del ejercicio. Descubrió que el hábito físico le regalaba claridad mental, mejores decisiones, más paciencia con sus hijos y una sensación de paz que antes le parecía lejana.
Yuliana nos deja una lección profunda:la constancia supera la motivación momentánea. También nos enseña que un nuevo hábito puede comenzar con solo dos minutos: preparar tu ropa una noche antes, dejar la botella lista, visualizarte haciéndolo. Además, nos recuerda que no todo tiene que ser perfecto, pero sí todo puede ser poderoso: adaptarse no es resignarse, sino reinventarse una y otra vez.
Hoy...Yuliana sigue siendo la mujer fuerte, perseverante y adaptable que siempre ha sido. Sin embargo, ahora lo comparte. Lo refleja. Lo contagia. ¡Lo vive!
Gracias, Yuliana, por mostrarnos que sí se puede.

