La Transformación de Rocío: Nutrición, familia y un camino hacia el bienestar
- Sara Santiago
- 30 sept
- 2 Min. de lectura
Érase una vez… Rocío, una mujer fuerte, originaria de Querétaro, que sabía cómo salir adelante ante cualquier reto. Se casó, tuvo a sus hijos y, con determinación, construyó una vida en Estados Unidos. Aunque la transición no fue sencilla —el cambio de país, de costumbres y sobre todo de alimentación le trajeron momentos difíciles de salud—, Rocío se mantuvo resiliente y con un gran amor por su familia.
Cada día… Se levantaba temprano, trabajaba en la limpieza de casas con gran disciplina y cuidaba a sus hijos con esmero. Siempre buscaba maneras de mantener las tradiciones de su tierra, preparando sopitas, quelites y platillos sencillos, aunque muchas veces la rutina y la influencia del entorno la hacían caer en hábitos de alimentación que no la hacían sentir bien. Aun así, Rocío no dejó de esforzarse: sabía que quería un futuro más saludable para ella y para su familia.
Con determinación… aceptó la invitación de su amiga Carmen para sumarse a los programas de SuperVive. No fue fácil al principio: cansancio, horarios apretados, dudas. Sin embargo, Rocío decidió dar el paso y, como todo lo que hace en la vida, lo hizo con entrega y valentía.
En su camino encontró… no solo información valiosa —como aprender a leer etiquetas y preparar comidas sencillas y nutritivas—, sino también una comunidad que la acompañó en el proceso. Rocío ya tenía la fortaleza en ella; lo que descubrió fue que no estaba sola y que podía compartir su esfuerzo con otras mujeres, con sus hijos y hasta con sus sobrinas. Poco a poco, logró incorporar nuevos hábitos que fortalecieron lo que ya estaba construyendo desde hacía tiempo: un estilo de vida más consciente y en paz.
Hasta que finalmente… comprendió que el bienestar no se trata de dietas perfectas ni de cambios radicales, sino de constancia, amor propio y comunidad. Rocío no sólo transformó su alimentación, también mejoró su descanso, su paz mental y su confianza. Descubrió que sí es posible comer rico, sencillo y nutritivo cada día, y que su esfuerzo inspira a quienes la rodean.
Y desde entonces… sigue caminando con firmeza, con disciplina y sobre todo con gratitud. Rocío sabe que la salud es un proceso, y ha decidido vivirlo con alegría, transmitiendo con su ejemplo que siempre se puede —paso a paso— lograr una vida más plena, con fuerza, con resiliencia y con mucho corazón.

Rocío, SuperViviente
